En las profundidades de la sierra de Comapa cerca del famoso Pico de Orizaba y bajo sus bancos de niebla, se esconde un tesoro culinario: El chile Comapeño, mismo que da origen a platillos y salsas de tradición ancestral. Es un chile de forma cónica, de color rojo brillante con una gama de aromas y sabores intensos. A punto de extinción, se vuelve un verdadero privilegio disfrutar de él. Flor de Izote ha logrado rescatar este legado de nuestra historia, lleno de sabores exóticos y notas de café.
Como un tributo a Veracruz y a sus mejores cocinas, a sus olores de maíz mezclado con hojas de acuyo, a café y a azar, hemos rescatado esta receta de antaño. El protagonista: el Chile Comapeño; su cómplice, el dorado cacahuate que con su sabor y cremosidad da a esta salsa Comapeña Dorada, el perfecto pretexto para acompañar infinidad de platillos.

Contenido neto: 170g.